Desde hace aproximadamente dos décadas los asiduos de restaurantes han ido observando un fenómeno que se repite en todos los locales: el servicio no es lo que era.

Pongámonos los cocineros la mano en el pecho y reconozcamos que el 50% de la culpa es nuestra. Es nuestra porque nos hemos preocupado de evolucionar en un oficio de constante investigación, de estudio y de vocación.
Hemos hecho de los restaurantes templos culinarios en los que comer se convertía en toda una expresión de gozo y cultura, tanto que hemos dejado el servicio de sala como un mero "porteador" de nuestra obra, consiguiendo en la mayoría de los casos una tan temida y nunca deseada "apatía" por parte del personal de sala.

Hay que añadir que dicho personal ya sea por comodidad o por falta de apoyo también se ha relajado. Culpa de que en las escuelas no les han orientado bien(sobretodo las públicas) y culpa de que sus inmediatos superiores han predicado una mala política de empresa.

Añadir otro factor como es el increíble interprofesionalismo( hoy somos camareros, mañana albañiles, porque hay un Boom y pagan mas)

De cualquier manera la solución está a tiempo y debemos ponerla TODOS.

Pedro Olmedo